LOS SINDICATOS ANUNCIAN UNA HUELGA GENERAL DE LA ADMINISTRACIÓN
Los sindicatos anunciaron la convocatoria de una huelga general en todas las administraciones públicas, tras constatar el "éxito colosal" -según las centrales- de la manifestación celebrada en Madrid en protesta por la congelación salarial en 1997.
Los secretarios generales de UGT y CCOO coincidieron en que sólo una "marcha atrás" del Ejecutivo podría evitar esa convocatoria, si bien el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, insistió en que "el Gobierno no va a cambiar su criterio de congelar los salarios de los empleados públicos".
El presidente del Gobierno, José María Aznar, que clausuró un seminario sobre "Los mayores y el Estado de Bienestar, en Salamanca, se mostró satisfecho de la profesionalidad de los funcionarios y dijo que el esfuerzo que se les pedía era "fundamental para los objetivos del país".
El ministro de Trabajo, Javier Arenas, que participó en el mismo acto, opinó que la huelga anunciada "no está justificada".
La decisi├│n de llamar a una huelga general en todas las administraciones p├║blicas (incluidas la de sanidad y ense├▒anza) se tom├│ ante el resultado de la manifestaci├│n, que puso el colof├│n a la segunda etapa de protestas que los empleados p├║blicos desarrollaron en noviembre con paros sectoriales y por comunidades aut├│nomas.
El acto de protesta, que discurrió en todo momento sin incidentes, según la Policía, fue convocado por los sindicatos mayoritarios en la función pública (CSIF, CCOO y UGFT) y otros de carácter minoritario (USO, ANPE y STES) y concentró, según portavoces sindicales, a 200.000 manifestantes, cifra que no pudo ser contrastada por Efe en medios policiales a media tarde.
Las cinco manifestaciones convocadas comenzaron en distintos puntos de Madrid a las 11:00 horas y fueron confluyendo después del mediodía en la céntrica Plaza de España, donde los líderes sindicales alternaron sus discursos con un concierto del cantante Loquillo.
El presidente de la CSIF, Domingo Fernández, pidió al Gobierno en su discurso de cierre de la concentración un pacto de salarios para toda la legislatura en la función pública, al tiempo que advirtió que la congelación de sueldos es "un grave error político".
"Los funcionarios tienen buena memoria y no olvidarán esta agresión", dijo Fernández, quien se dirigió al presidente del Gobierno para decirle que "ha equivocado el rumbo. Perder la confianza y la colaboración de los empleados públicos y de sus sindicatos representativos -aseguró- es perder la batalla".
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, dijo que "la colosal manifestación de hoy es una evidencia de la rotunda voluntad de los empleados públicos por poner límite al atropello del Gobierno".
Anunció que si el Gobierno "no rectifica, no acabará el año sin encontrarse con la respuesta generalizada y muy contundente de los empleados del sector público".
Para el secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, con la congelación de sueldos para 1997 "el Gobierno de la derecha está poniendo en convulsión a la democracia, sobre todo por negarse a negociar".
Gutiérrez valoró, al igual que antes había hecho Cándido Méndez, la actuación de aquellos gobiernos municipales y autonómicos que habían decidido aumentar los salarios de los funcionarios en 1997 "atendiendo a razones de justicia elemental".
El ministro de Trabajo afirmó que una huelga general en la función pública "no va a ser muy bien entendida por la sociedad, ya que el Gobierno está abierto al diálogo".
